Seguidores

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Creo

Sabías como mentirme. Aprendiste a engañarme con promesas, palabras, que no fijaban actos. A besarme con los ojos abiertos sin que yo me diera cuenta. A decirme 'te quiero' sin remordimientos, aferrándote a mi mano y mirándome a los ojos, sin una mínima pizca de malicia.
Sigo sin entender cómo hiciste para prestarme atención a medias, a sonreír en los momentos justos. A decirme que me amabas... El amor no se mantiene a base de mentiras. Si en verdad me querías en tu vida, no entiendo por qué jugaste conmigo.
Y supongo que nunca lo voy a saber, creí que en verdad estabas enamorado de mí.
Bueno, tal vez lo estuviste, a veces tengo esa ligera impresión... Aunque por suerte había aprendido a fingir que te creía.


martes, 25 de noviembre de 2014

Miradas

Y si huyo del pasado no necesito que entiendas por qué, pero no me hes necesario recordar momentos agridulces. 
No hay que explicar lo que sucedió o cómo, no, no es necesario. Aunque me duela e intente no sentir, siento y esa es una de las partes más difíciles. El sentimiento, que puede venir acompañado de amor, consuelo y alegría, como de tristeza, desolación y bronca. Todo en un mismo momento, en un mismo instante, en un mismo corazón.
Entendí que hasta el fuego más grande se apaga si haz dejado de echarle leña. 
Así que por favor, sigue tu vida, tu camino y tu espacio, no es necesario pensar en el ayer. Espero que cuando tu mundo se desmorone no sea culpa mía y puedas pensar en pequeñas alegrías. Oh, si nos volvemos a cruzar, por favor, intenta sonreír. Será un recuerdo lindo el volverte a ver. No corras tu mirada, ya que me dolería mucho. Ya es mucho castigo el saber que no me volverás a mirar de la misma manera. 

No hay nada

Aun me parece apropiado escribir una carta a media noche o un papel marchito en el medio del recreo. Empezar con un 'hola cariño' y finalizar con un 'te quiero amor'. Recordar esos bailes que no tendrían que haber sido y esos besos que fueron un poco intensos.
Sé que no soy la persona a la que recurres cuando tienes un problema, no soy la indicada. Y tal vez ni te haga falta recibir mis mensajes de consuelo a mitad de la oscuridad, es tan raro pensar que alguien más los pueda apreciar.
Y lo peor es que sé que podría buscarte, que con un llamado estarías aquí, a mi lado, que podría regresar todo a lo que una vez fue. Y hay una parte mía que me hace odiar el futuro, por esa presencia que muchas veces se sentía bien, por esa sonrisa que me transmitía confianza y por esa seguridad que me hacía creer que estaba en el camino correcto.
Y que extraño es decidir estar sin ti, pero cariño, no hay algo en mi que pueda continuar contigo. 

lunes, 24 de noviembre de 2014

Buena suerte y hasta nunca.

Vuelve el recuerdo de nuestro último beso.
Tal vez debimos haber pensado otra cosa, hecho. ¿Un buena suerte y hasta nunca quedará de esta historia que creíamos sin final?
Sentados, codo a codo, hombro a hombro, sintiendo nuestra presencia.
Me besaste, nos besamos. ¿Sabíamos que se acercaba el final?
Tus manos fuertes, aferradas a las mías.
Dime ¿Qué hacías cuándo me mirabas a los ojos? ¿Qué sentías?
Otra vez tus manos, en mi cintura.
¿Buscabas algo?
Sentí tu respiración en mi oído.
¿Qué pensábamos?
En la despedida, tan triste, tan distante.

Y sigo sin entender ¿Cómo pude seguir ahí? ¿Cómo sigo ahí?

¿Cómo hago para olvidarlo?